
aquella que marque mi esencia,
una huella que se estampe con tanta fuerza,
que me haga suya al son de un suspiro,
que me provoque delirios desaforados...
Una huella que reivindique la fiera dormida...
Entrega absoluta
Una sola huella...
No más...
Quien escribe lo hace por una razón, empujado por una convicción, su realidad, una ilusión, por sentimientos que pueden ser indiferencia, odio y amor, también por necesidad, por ambición, ah! porque Dios le ha dado ese don!, mis dedos bosquejan, mis sentidos alertas, pensando en ti, en él, en ella, en aquellos, en aquellas. Se despoja mi alma y mi pluma empieza a crear letras de alegrías, de tristezas, de pasión, de melodías, de sonidos y sinfonía y todo vuelve una vez más a la vida!
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