Quien escribe lo hace por una razón, empujado por una convicción, su realidad, una ilusión, por sentimientos que pueden ser indiferencia, odio y amor, también por necesidad, por ambición, ah! porque Dios le ha dado ese don!, mis dedos bosquejan, mis sentidos alertas, pensando en ti, en él, en ella, en aquellos, en aquellas. Se despoja mi alma y mi pluma empieza a crear letras de alegrías, de tristezas, de pasión, de melodías, de sonidos y sinfonía y todo vuelve una vez más a la vida!
domingo, 11 de enero de 2015
Entrega tu ironía,
desluce esa ansiedad pujante...
Veleidades que coquetean a puro grito,
desnudando mi deseo febril...
repartiendo melodías
sedientas de tonadas eléctricas
que me sacudan hasta alcanzar
el más elevado éxtasis.
Maullidos expectantes,
piel desgarrada que se convierte en hoguera
al compás de tu danza boreal.
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