Claro
propósito de la letra que eleva el pensamiento,
aquella
que no conoce las profundidades de tu intrincado ser,
de
lo oscuro y claro del fluir de tu
expiada culpa
escondiéndose
tras el vuelo de águila que remonta cielos y visita montañas
avistando
a su presa con taimada precisión
tomando
del cáliz de fuente eterna.
Poderío
exultante,
Reino
majestuoso
Sabiduría
que resiste los tiempos
Se
desgasta, más no muere, alejándose…no se esconde
Lamiendo
sus heridas y renovando sus fuerzas
Perfeccionando
el movimiento de sus alas
Creyéndose
ilimitado, eterno…
Recuerda
que el peso de tu falta permanece o desaparece
La
letra es imborrable…no tiene fin…
Y cuando el artero cree
borrarla
queda saltarina
sacudiéndose las cenizas,
oteando de tímpano en
tímpano,
de labios en labios…
de época en época.
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