Tic Tac…Tic Tac…Tic Tac
Se
me antoja pueril y desgastado el tiempo
Recostándose
de un desvencijado reloj
Alargando
esta espera cual mártir soldado el grito de guerra.
Y
se paran las horas,
Los
minutos solapan cada segundo inerte, moribundo
Los
micronanos insolentes que despliegan su encanto
Jactándose
de su grandiosa autoridad
Dueños
del respirar vacilante de aquestos seres exiguos
que
en el fragor de la batalla arrodillan su
voluntad.
Que
la inclemencia de la realidad se agota
mas no tiene fin,
Cuando
se confinan los cuerpos a terrible mezquindad
La
de ser campos desprovistos de acequias que alimentan
Provocando
desiertos, tierras áridas, sedientas…
Madre
natura…acaso te escondes?
A
la víspera de esta hecatombe te retraes, te alejas
Siembras
cizaña contra tu vientre
Enalteces
a los dioses entregando en sacrificio el producto de tus entrañas?
Mil
veces preferible dejar caer una semilla cualquiera
No
importa donde, de algún tipo de esas que
pronto crecen
Regada
por toda agua que llueva, lo mismo de los cielos
que
de un desconocido balde viejo.
Finalmente
se desprende un vivo,
Uno
que respira y aspira
a ser
intrínseca parte del otro
Aunque
no sepa cuándo ni cómo.
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