mientras te deleitas en mis ensoñaciones,
en las velas que prendo y apago...
cuando de esta tortura me deshago.
Caprichosa, rompecuerdas, beligerante,
irritable.
Es que no sabes leer entre letras?...
delimitar mis olores?...
sacudir mis sabores?
Perdido estas como veleta...
airéate... sacúdete y siéntete...
Ilimítate, no te detengas.
Ve y vuelve y luego despacio, muy despacio
haremos a la mar.
Ah! extenso es el horizonte...indefinido...
más allá de tu iris...
No hay miradas...solo quedan pedazos de
corneas
tratando de cubrir lo descubierto...
Lo ya sabido, lo ya conmensurable...
aquello que ha dejado huellas en
el vaivén de las olas,
del agua picada
de la sabana que se extiende rastreando el
olor a tierra...
donde me place aterrizar.
A la blanda seguridad de la arena...
que me arrastra, pero no me mata.
Me conecta con la luna y con el sol...
me acaricia y me suelta
y si quiero me devuelve nueva vez
a aquel irresistible horizonte
a aquel que ya conozco...
donde no quiero volver.
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