Huele a rancia indiferencia
Como la lluvia a tierra tostada
Como el mar bravío
que se desnuda
ante las estrellas.
Parecido a un alacrán de-sierto
A hierba de olor-es
Como cuando se deprimen las
montañas
ante el excesivo caminar del hombre.
Limítrofe sentir, solapado
mientras fluye
Regodeándose en su magro esplendor
Cual si fuera un perfecto
ruiseñor,
Solo que emitiendo graznidos,
ruidos,
patéticos ayes que a mi oído
lastiman.
Yace en su altar desnudo,
cuan
imposible es vestirse de verdor.
¿Quién te recogerá, quien a ti
acudirá?
¿Una Avezada paloma quizás?
Asegúrate en tu jaula, mantente en
tu guarida,
limítate, deprímete…
Mientras me huel-es.
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