Y las olas empiezan lentamente a dormir
el vaivén, las dulces aguas
como si de amarte se tratara
se traban los sueños
se mueren los tiempos
sintiendo desbocarse en franca letanía
está mi alma, está mi vida...
El astillero, aquel que se ve a lo lejos
desgarrado en su proa
sumido en la soledad que agobia
pasando de salado a amargo
derribando los vientos que hunden en el
recuerdo
a mi aliento, a tu vil sentido, al que está
sediento.
Se desparrama mi alma
Desaliéntose mi espíritu
como el toro que siento débil y
sumiso
y de repente cornea sin piedad
y me siento exhausta, atormentada
que se me va el hálito,
toditita la vida se me va.
Será oportuno salvarme?
Tirar la soga, jalarme, atraparme?
Limítose tu corazón a vengarte
esperando el lento final o
permitiendo un atardecer lleno de
flores...
...lleno de flores.
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