Quien escribe lo hace por una razón, empujado por una convicción, su realidad, una ilusión, por sentimientos que pueden ser indiferencia, odio y amor, también por necesidad, por ambición, ah! porque Dios le ha dado ese don!, mis dedos bosquejan, mis sentidos alertas, pensando en ti, en él, en ella, en aquellos, en aquellas. Se despoja mi alma y mi pluma empieza a crear letras de alegrías, de tristezas, de pasión, de melodías, de sonidos y sinfonía y todo vuelve una vez más a la vida!
sábado, 10 de mayo de 2014
Arcoiris Memorable y Eterno
Se escribe una historia de 50 años
con sus días y sus noches.
Días que se hicieron eternos en los últimos 12 años.
Tardes maduradas por la inclemencia de otoños,
mientras se arrancaban sus hojas aún verdes.
Noches dolorosas haciéndose cómplices
de un destierro inmisericorde
con olor a angustia, a desgarros
a penas.
Y se abren esos barrotes
por una milésima de segundos
sientes el aire correr
la brisa tocar tu rostro
y una sensación de vida, de aliento.
Un arrebato de alegría se materializa,
en ese último instante cuando
has sobrevolado las rejas.
Aluvión de Sensaciones
Define dolor en tu diccionario
y verás que estás lejos del calor y la humedad inconsolable de mis lágrimas
y de esta terrible soledad que aprieta mi pecho
y esos temblores que se agitan en este ser,
violentado por la necesidad de sentirte a través de la distancia.
De besar tu rostro tan pronto cierro mis ojos,
de percibir tu aroma con este sentido que no es el sexto
sino uno de los tantos que crecieron en mi
al no tenerte cerca...de mi piel, de mi tacto.
Dolor? Lo difícil de conjugar cuando se entremezclan
tantas emociones dispares, unidas en una amalgama de suspiros
que solo se recrean por ti... por nosotros.
Dolor, cuando no es delirio,
solo este sentimiento de impotencia
y de resistir el pesar de saberte allá y no aquí
para siempre.
Dolor, sembrar una duda en mi pensamiento,
forjar una ilusión persistente
que me toque la piel y bese mis labios.
Que cubra mi nariz con movimientos alados,
que clave su mirada en la mía,
atrayéndome hacia si.
Dolor, vestido de blanco
una estela luminosa
semblante límpido, puro.
Sonrisa angelical
unos brazos extendidos que añoran
el cobijo templado de lo que fue tu esencia aquí
mientras estuviste conmigo.
y verás que estás lejos del calor y la humedad inconsolable de mis lágrimas
y de esta terrible soledad que aprieta mi pecho
y esos temblores que se agitan en este ser,
violentado por la necesidad de sentirte a través de la distancia.
De besar tu rostro tan pronto cierro mis ojos,
de percibir tu aroma con este sentido que no es el sexto
sino uno de los tantos que crecieron en mi
al no tenerte cerca...de mi piel, de mi tacto.
Dolor? Lo difícil de conjugar cuando se entremezclan
tantas emociones dispares, unidas en una amalgama de suspiros
que solo se recrean por ti... por nosotros.
Dolor, cuando no es delirio,
solo este sentimiento de impotencia
y de resistir el pesar de saberte allá y no aquí
para siempre.
Dolor, sembrar una duda en mi pensamiento,
forjar una ilusión persistente
que me toque la piel y bese mis labios.
Que cubra mi nariz con movimientos alados,
que clave su mirada en la mía,
atrayéndome hacia si.
Dolor, vestido de blanco
una estela luminosa
semblante límpido, puro.
Sonrisa angelical
unos brazos extendidos que añoran
el cobijo templado de lo que fue tu esencia aquí
mientras estuviste conmigo.
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